Luxación dental: qué es y qué consecuencias tiene para tu salud oral
Recibir un fuerte golpe en la boca puede tener como consecuencia un caso de luxación dental, es decir, un desplazamiento o aflojamiendo de la pieza.
Una de las urgencias dentales más comunes son los traumatismo dentales, es decir, recibir un fuerte golpe en los dientes y en los tejidos blandos de la boca.
Dichos impactos pueden ocasionar algunos problemas orales que, si no son tratados a tiempo, pueden conllevar graves consecuencias para tu salud oral, como la pérdida del diente.
Sin embargo, en esto de las lesiones traumáticas no todos son roturas o caídas dentales, también puede producirse otro tipo de daño: la luxación dental.
¿Qué es la luxación dental?
Tras sufrir algún tipo de traumatismo dental, la salud de tus dientes puede verse afectada negativamente.
Como hemos comentado, una de ellas es la luxación dental que, aunque puede no ser muy conocida, puede generar problemas al paciente.
Hablamos de luxación cuando una pieza se desplaza de su posición natural, adquiriendo una mayor separación o incluso la pérdida de continuidad entre los tejidos de alrededor.
La principal diferencia entre la luxación con cualquier otro golpe en la dentadura es que esta se caracteriza por afectar a la estructura del diente, incluyendo el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
Sin embargo, no todos los casos de luxación dental son iguales.
Por ello, conviene consultar siempre a tu dentista de confianza, ya que en algunas ocasiones la pieza dental no sufre desplazamiento.
Causas principales de la luxación dental
Como ya hemos comentado, la luxación se produce a causa de algún tipo de traumatismo dental.
Estos traumatismos pueden ser causados por accidentes, caídas, golpes, y en muchas ocasiones debido a los deportes.
Los golpes en la cavidad oral pueden suceder a cualquier edad y llegar a afectar a cualquier pieza dental.
Sin embargo, aunque también hay casos de luxación lateral dental, los dientes más afectados suelen ser los incisivos centrales superiores.
Las luxaciones representan el 15-61% de todos los traumatismos de los dientes definitivos y el 80% de los casos afecta a los dientes incisivos
Tipos de luxación
Cuando se habla de luxación dental es frecuente que afecte a más de un diente y que presente otros problemas derivados, como la fractura de la corona o la raíz del diente.
En ese sentido podemos contemplar varios tipos de luxaciones dentales:
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Concusión
Cuando el diente se encuentra en su posición habitual y no presenta movilidad, pero existe una lesión en las estructuras de soporte del diente.
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Subluxación dental
Estamos ante una lesión en las estructuras de soporte del diente donde no es visible un desplazamiento, pero sí hay cierta movilidad del diente.
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Luxación lateral
La pieza dental no presenta movilidad, pero existe una alteración en la oclusión del paciente, es decir, en la mordida.
Por tanto, hay un desplazamiento lateral del diente que presenta un aumento del espacio periodontal.
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Extrusión
El diente se mueve en dirección incisal.
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Intrusión
Se produce cuando el diente sufre un desplazamiento en dirección apical, quedando dentro del alveolo y dando la sensación de no haber erupcionado por completo.
La luxación por intrusión constituye del 5 al 22% de lesiones en la cavidad bucal.
Pruebas para diagnosticar la luxación dental
Cuando tu dentadura sufre algún tipo de golpe o traumatismo, lo primero que debes hacer es acudir a un dentista para que te realicen una exploración clínica y someterte a radiografías dentales.
Aunque visiblemente no parezca grave y no se presente ningún tipo de movimiento, debes acudir a la consultar para valorar si tus dientes han sufrido algún tipo de problema a nivel interno.
Es la única manera de evitar consecuencias más graves que puedan afectar a la estructura del diente o al ligamento periodontal.
Para hacer un análisis completo de la situación, el odontólogo realizará algunas preguntas diagnosticas sobre cómo se ha provocado el traumatismo, hace cuánto tiempo y dónde ha sucedido.
A continuación, se realizarán cuatro pruebas dentales: radiografía oclusal, periapical, una periapical hacia mesial y otra hacia distal.
Con dichas pruebas, los profesionales en Odontología Conservadora podrán valorar si el paciente presenta algún desplazamiento -aunque sea mínimo- y determinar si existe una fractura en la zona radicular.
Así, el dentista podrá determinar si existe o no luxación y de qué tipo.
Tratamiento para la luxación dental
Una vez diagnosticada la luxación dental, hay que desarrollar el plan de tratamiento idóneo para el paciente.
Normalmente se divide en tres fases:
Recolocación del diente luxado
El procedimiento dependerá del tipo de luxación diagnosticada.
Una vez recolocado, es necesario realizar radiografías dentales para verificar que la pieza se encuentra en la posición adecuada y así analizar si la oclusión es la correcta.
Inmovilización del diente
Cuando un diente ha sufrido una luxación hay que ferulizarlo para estabilizar el diente.
Su objetivo es unir dos o más piezas contiguas para aumentar la estabilidad y evitar la movilidad.
Para inmovilizar el diente, puede requerirse desde un alambre y composite en el diente hasta suturas de fijación o férulas termoplásticas para la encía.
Siempre que recibas algún golpe bucal acude a la clínica dental, ya que un pronto diagnóstico y un tratamiento inmediato puede ser clave para salvar tus dientes.
Control del odontólogo
Un par de semanas después de dar por finalizada la intervención, el profesional de la salud oral tiene que valorar la evolución y situación actual del diente.
Este control posterior de la zona afectada es fundamental para garantizar la estabilidad del diente a largo plazo y ver si el diente puede salvarse definitivamente.
En el supuesto de que la evolución del diente no sea la esperada o acabe afectando al nervio, el diente podrá reimplantarse en el sitio correcto o bien realizarse una endodoncia para salvar el diente enfermo.
Sin embargo, este plan de tratamiento puede variar en función de la luxación diagnosticada, ya que puede variar sustancialmente si estamos, por ejemplo, ante una de clase intrusiva.
De hecho, la recuperación de la lesión dependerá tanto del grado de la misma (leve, moderado o grave), como de la urgencia con la que se trate.
Recuerda que no tratar la luxación a tiempo puede generar daños permanentes en tu boca.
Por ello, nuestro consejo es que visites tu clínica dental de confianza aunque, a priori, no detectes ningún signo de aflojamiento o fisura.
Así, el profesional podrá descartar la presencia de cualquier daño interno.
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Medrano-García G, Díaz-Pizán ME. (2010). Diagnóstico y tratamiento de luxaciones dentales en dentición decidua. Rev Estomatol Herediana. (http://revistas.upch.edu.pe/index.php/REH/article/download/1770/1789)
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