¿Por qué tengo los labios hinchados y cómo lo soluciono?

Los labios hinchados pueden ser un indicio de que presentamos algún problema relacionado con nuestra salud bucodental.

Aunque, al pensar en la salud oral, únicamente se nos vengan a la mente los dientes y las encías -y en alguno casos, la lengua- lo cierto es que los labios también requieren de cuidados.

Por ello, en este artículo te explicamos por qué se hinchan los labios y de qué forma puedes solucionarlo.

Labios inflamados: ¿qué lo provoca?

Antes de nada, queremos explicarte que la hinchazón en el labio puede ser una consecuencia de alguna enfermedad bucodental.

De ahí la importancia de conocer la sintomatología de dichas patologías, pues de este modo podremos identificarla de forma más rápida.

Aún así, es cierto que una hinchazón de labios repentina también puede deberse a otro tipo de factores externos, como el estrés, de los que hablaremos más adelante.

Labios hinchados por enfermedades bucodentales

Dolor, molestias, sensibilidad… Son algunos de los síntomas más comunes de prácticamente cualquier afección bucal.

Sin embargo, algunas de ellas afectan directamente al labio y, aunque no se trate de una consecuencia dolorosa, sí que en ocasiones provoca inflamación.

Un mucocele es un pequeño bulto que aparece en el labio, superior o inferior, y que no se puede romper o explotar debido a que se encuentra en las capas internas.

A pesar de que su origen se suele deber a la rotura de un vaso sanguíneo o a un fuerte traumatismo, no suele ser doloroso.

Eso sí, en caso de que se convierta en crónico, resulta bastante incómodo para la persona e incluso afecta a su imagen.

En ocasiones el mucocele tiende a reabsorberse por sí mismo al cabo de varios días y no requiere de ningún tratamiento específico.

Sin embargo, si su presencia se extiende varias semanas es conveniente acudir a un dentista para que lo examine y considere la opción de eliminarlo mediante la cirugía láser.

Aunque comúnmente se les conoce como flemones, los abscesos son concentraciones de pus que generan mucho dolor y una notable hinchazón en la zona afectada.

En caso de generarse en los dientes posteriores, como los molares, no suelen tener repercusión en el labio, pero sí en las otras partes de la cara, como las mejillas.

Sin embargo, en caso de que el absceso esté presente en las piezas anteriores, es posible que la inflamación alcance también al labio.

Esta infección suele venir acompañada de pequeños bultos -fístulas- en las encías, además de un dolor muy agudo.

Por tanto, los labios hinchados no son uno de los síntomas que vamos a percibir con mayor rapidez, pero sí que puede ser consecuencia de un flemón.

El virus del herpes labial es una de las afecciones más molestas que se producen directamente en los labios o en las comisuras.

Se trata de una infección localizada, ya sea en el labio superior o en el inferior, que genera molestias, dolor e hinchazón en la zona perjudicada.

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El aspecto más negativo de esta afección es que se vuelve crónica, ya que el virus permanece en los tejidos labiales, por lo que tiende a reaparecer periódicamente.

Para que desaparezca, el virus debe completar su ciclo de actividad, aunque es posible reducir los síntomas asociados al herpes con medicamentos específicos que se pueden adquirir en farmacias.

Eso sí, ten en cuenta que no curan el virus como tal, pero sí que pueden acelerar su desaparición.

Los labios hinchados pueden deberse a la presencia de enfermedades bucodentales, pero también a factores externos

El impétigo es una afección infecciosa de la piel asociada a los niños de entre 2 y 6 años, aproximadamente.

Aunque puede aparecer en cualquier parte de la dermis, el impétigo labial también es de los más frecuentes.

Su aspecto es similar al de un herpes, pues implica una acumulación de pus de color amarillento y en muchas ocasiones conlleva la inflamación de los labios.

En caso de detectar este problema en un niño, es conveniente consultarlo con un pediatra que lo valore y recete algún tratamiento basado en cremas o antibióticos.

Otros factores que provocan labios hinchados

Ahora que ya conoces qué enfermedades o problemas bucodentales pueden originar los labios hinchados, te resultará más sencillo ponerle remedio cuanto antes.

No obstante, como ya te adelantábamos, existen otros motivos por lo que puedes tener los labios inflamados y que no tienen que ver con una afección o patología.

Recibir un golpe en la boca no solo implica un riesgo de rotura -total o parcial- para las piezas dentales.

Muy probablemente también dañemos el labio a causa del fuerte impacto recibido, causando una hinchazón y enrojecimiento.

Sucede lo mismo en caso de que nos mordamos el labio accidentalmente.

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Lo normal es que la inflamación del labio vaya remitiendo con el paso de las horas, pero si el traumatismo ha provocado algún corte, el tiempo de recuperación se alargará más días.

En cualquier caso, y aunque no percibamos daños aparentemente visibles en los dientes, nuestra recomendación es que vayamos a un dentista para que pueda examinarlos.

Y es que es posible que las capas internas de la pieza si estén perjudicadas, aunque no lo apreciemos a simple vista.

Las respuestas alérgicas pueden ser muy variadas y darse en diferente grado según cada persona y el estímulo que la genere.

No obstante, aquellas que implican la inflamación de algunas partes del rostro -por ejemplo si nos encontramos ante una alergia alimenticia- suelen tener como consecuencia también los labios hinchados.

El tratamiento que debe recibir una persona tras experimentar una reacción alérgica es, igualmente, muy variada.

Lo más conveniente es que acuda con celeridad a un centro médico donde puedan proporcionarle el tratamiento adecuado.

Los altos niveles de estrés y ansiedad de forma continuada afectan a varios aspectos de nuestra salud bucodental.

No solo perjudican al sueño y provocar bruxismo -el rechinamiento involuntario de los dientes-, sino que originan problemas de gingivitis.

Otro de las consecuencias asociadas al estrés son los labios hinchados, pues se trata una respuesta del organismo ante este estado.

Ten en cuenta que la ansiedad afecta en gran medida a los sistemas endocrino, nervioso e inmunitario, por lo que no es de extrañar que los labios hinchados por estrés se puedan dar en algún momento.

Todos los pacientes que comienzan un tratamiento de ortodoncia deben pasar por un periodo de adaptación hasta que se acostumbran al aparato.

Aunque al principio pueden notar dificultades al comer y masticar, al cabo de unos días pueden hacer vida completamente normal.

No obstante, las personas que llevan brackets pueden tener cierta tendencia a tocarlos con los labios.

A la larga, este roce genera llagas y una ligera hinchazón o rojez en los labios.

Para evitarlo, lo más recomendable es utilizar cera de ortodoncia para rodear el bracket e impedir cualquier tipo de herida en la mucosa.

Cuidados y consejos para unos labios sanos

Lo más importante para lucir unos labios sanos es saber identificar los posibles problemas bucales asociados a su inflamación, pero también saber cómo cuidarlos.

Es aconsejable mantenerlos hidratados aplicando cacao antes de exponernos a temperaturas extremas, para evitar que se resequen o agrieten.

Además, para evitar que se descamen, conviene pasar el cepillo de dientes de forma suave y realizando un pequeño masaje.

No hay una periodicidad estipulada para realizar este proceso, aunque no está de más hacerlo una vez a la semana para tener una sonrisa aún más bonita.

Dr. Pedro Pablo Martínez

Especialista en Odontología Conservadora

Pedro Pablo Martínez es licenciado en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio. Se especializó a través del Máster en Odontología Integrada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y del Máster en Endodoncia de la Universidad Alfonso X el Sabio. Combina su actividad profesional con la investigación, ya que es autor de diversos artículos aparecidos en publicaciones científicas como Journal of Dentistry o Journal of Clinical Periodontogy. Si quieres sabes más sobre el doctor Martínez puedes consultar su curriculum vitae, y su página personal.