Anatomía bucal: ¿cuáles son las partes de un diente?
Las piezas dentales tienen una estructura visible y otra oculta. Cada una está formadas por diferentes partes y tiene una función específica
La mayoría de personas, cuando piensa en la boca, es capaz de identificar alguna de sus partes: labios, lengua, paladar, dientes…
Sin embargo, no es tan habitual que conozcamos en profundidad la anatomía bucodental, nombrando cada una de sus partes.
Vamos a centrarnos en las piezas dentales, que tienen un papel esencial en nuestra alimentación, y cada una de ellas tiene una función principal.
Y no solo eso, sino que además, tienen una estructura concreta que es necesario conocer para aprender a cuidarlas correctamente.
Pero antes de explicar las partes del diente, vamos a aclarar qué son exactamente y cuáles son sus principales características.
Índice de contenidos
Sabemos que tenemos dientes pero, ¿qué son?
Los dientes son estructuras que se encuentran unidas al maxilar mediante el periodonto y erupcionan a través de la encía.
Por tanto, un diente está compuesto por una estructura visible y otra oculta.
Los seres humanos no solo nos servimos de las piezas dentales para cortar y triturar alimentos, al igual que los animales, sino también para pronunciar correctamente al hablar.
¿Cómo se llama cada pieza dental y cuáles son sus características?
Casi siempre nos referimos a estas piezas con el nombre genérico de “dientes”, pero lo cierto es que cada una tiene un nombre y una función concreta.
Precisamente porque cada diente tiene una misión dentro de nuestra cavidad oral, su forma y tamaño varía.
La dentadura se agrupa en:
Incisivos
Son los cuatro dientes frontales que más se ven, ya que se sitúan en la parte central de la boca, tanto en la arcada superior como en la inferior.
A los dos superiores se les conoce comúnmente como paletas, mientras que los adyacentes serían incisivos laterales.
Caninos
También se le llaman colmillos por su forma afilada.
Debido a su forma, tienen un importante papel en la trituración de alimentos.
Una persona adulta tiene 32 dientes, pero durante la dentición temporal hay 20 piezas dentales en la boca
Premolares
Generalmente a esta categoría de dientes se le denomina como “muelas”, pero reciben el nombre de premolares por estar situados entre los caninos y los molares.
Son piezas dentales más planas y grandes que las anteriores, ya que su función esencial es ayudar a la digestión e ingesta de comida a través del masticado.
Molares
Igualmente tienen una forma plana y son los que tienen un papel más activo en el proceso de masticación.
A medida que va creciendo, una persona tiene cada vez más dientes.
Durante la niñez, erupcionan los dientes de leche, que posteriormente se caerán para dar paso a la dentición definitiva.
Hasta ese momento, hablamos de dentición temporal, donde solamente se tienen 20 piezas dentales.
Una persona adulta con la dentadura completa, es decir, incluyendo también las cuatro muelas del juicio que pueden no llegar a erupcionar nunca, tiene 32 dientes.
¿Cuáles son las partes de un diente?
Ahora que conocemos qué tipos de dientes hay, cómo se clasifican según su nombre y sus principales características, explicaremos la anatomía dental.
La estructura de un diente, como hemos comentado anteriormente, se compone de dos partes: una visible y otra invisible.
En primer lugar, la parte que queda oculta en el interior del periodonto lo forman el cuello y la raíz, mientras que la visible integra la corona.
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La corona dental
Permite llevar a cabo las funciones de masticación de los alimentos.
Conforman la dentadura de la persona y la forma determina la función de cada pieza dental.
A su vez, distinguimos dos partes dentro de la corona: la cúspide -la zona más alta- y el surco -la zona media-.
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El cuello o zona cervical
Une la corona con la raíz y se sitúa en el borde de la encía.
Es una parte que requiere de una especial higiene rutinaria, ya que tiende a acumular bacterias que pueden provocar caries o infecciones.
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La raíz
Soporta el diente y se encuentra en el interior del maxilar.
Dependiendo de la pieza dental, hay una (incisivos y caninos) o varias (premolares y molares).
Como hemos indicado, la raíz queda unida a la corona a través del cuello y también del ligamento periodontal y está rodeada por el cemento.
El ligamento periodontal es una parte clave para la correcta sujeción del diente.
Además de ello, lo protege de traumatismos externos.
Pero además de estos elementos, el diente está constituido por las siguientes partes:
Esmalte
El esmalte dental es el tejido más duro y resistente de todo el cuerpo humano y se encarga de proteger la corona.
Al rodear la parte externa del diente, lo protege de agentes patógenos y bacterias, aunque el esmalte puede sufrir desgaste por el paso del tiempo.
Dentina
La dentina es la capa que se encuentra por debajo del esmalte.
Está igualmente formada por un material muy resistente y aporta el color de la corona.
Gracias a sus propiedades elásticas, la dentina protege al diente de golpes o traumatismos externos.
Conocer tu anatomía dental te ayudará a saber cómo debes cuidar tus dientes de la mejor forma.
Encías
Forma parte de las estructuras que soportan el diente.
Este tejido periodontal es una mucosa bucal que rodea el cuello dental y cubre el hueso.
Es necesario cuidar las encías ya que cualquier acumulación de bacterias puede generar enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).
Además, puede también verse afectada por una incorrecta técnica del cepillado.
Pulpa
Aunque se la conoce comúnmente como nervio, lo cierto es que la pulpa es un tejido que integra los vasos sanguíneos del diente
Entre sus funciones, la pulpa se ocupa de enviar una señal sensorial si el diente ha sufrido algún daño, pero también es la encargada de formar la dentina y nutrir la pieza dental.
Se trata de una parte muy sensible si la estructura dentaria se ve perjudicada, la pulpa puede también verse afectada.
La afección más común es la pulpitis, que puede ser reversible o irreversible si no se ha tratado a tiempo.
En los casos más graves, un traumatismo o a una inflamación aguda pueden derivar en la necrosis pulpar, que detiene el riego sanguíneo en el diente y dará un color oscuro a la pieza dental.
Si la necrosis está muy avanzada, es posible que incluso se llegue a perder el diente.
Protege tus dientes
Conocer cuáles son las partes del diente y saber qué función tiene dentro de nuestra cavidad oral, nos ayuda a darnos cuenta de la importancia que tiene cada una.
Con ello, seremos más conscientes de que el diente no se limita a ser una parte puramente estética, sino que es una estructura compleja que afecta a nuestra salud bucodental de muchas formas.
Para mantener una boca sana es necesario contar con una rutina de limpieza oral.
Combinar el cepillado con el uso de hilo dental y enjuagues bucales ayudará a eliminar los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes.
Además, es recomendable acudir al dentista al menos una vez al año.
Así, los higienistas podrán realizar una profilaxis dental y los odontólogos revisarán el estado de tu boca para detectar cualquier posible patología lo antes posible.
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