Mucositis periimplantaria: la gingivitis de los implantes
Entre el 30 y el 70% de los pacientes con implantes padecen mucositis periimplantaria. ¿Quieres saber cómo prevenirla? Te contamos todo lo que debes saber
Los implantes dentales devuelven la funcionalidad y la sonrisa al paciente.
Las prótesis consiguen que la falta de una o más piezas dentales ya no supongan un problema, por lo que es una intervención que proporciona muchos beneficios.
Tras pasar por la intervención, el proceso de osteointegración y comprobar cómo la dentadura vuelve a estar completa, es necesario cuidar los implantes para que duren el mayor tiempo posible.
Si bien tienen una tasa de éxito del 97%, no están exentos de complicaciones.
Índice de contenidos
Las patologías periimplantales
Al igual que sucede con nuestros dientes y encías, los implantes dentales también sufren de enfermedades periodontales, aunque en su caso hablamos de patologías periimplantales.
Estas se dividen en dos tipos:
Mucositis periimplantaria
La mucositis es una enfermedad que se produce cuando los tejidos blandos (mucosa) de alrededor del implante se inflaman.
Se trata de una patología reversible, que afecta a entre un 30 y un 70% de los pacientes con prótesis y que no supone la pérdida de hueso.
Esta patología podría equipararse a la gingivitis que sufren las encías.
Periimplantitis
Por otro lado, encontramos la periimplantitis que es la enfermedad equivalente a la periodontitis.
En el caso de la periimplantitis, además de la inflamación de los tejidos blandos que rodean el implante, también se ven perjudicados los tejidos duros.
Es decir, que puede producirse la destrucción del hueso que sujeta el implante, poniendo en peligro la supervivencia del mismo.
Al contrario que en el caso de la mucositis, la periimplantitis puede producir secuelas estéticas como la recesión de las encías.
Sin un tratamiento adecuado, existe la posibilidad de perder el implante afectado.
En ambos casos, tanto en la mucositis como en la periimplantitis, la inflamación de los tejidos se produce como causa de la placa bacteriana acumulada.
A pesar de que la mucositis es un estadio leve de la enfermedad, la exposición prolongada de los tejidos al sarro puede hacer que la patología progrese, derivando en una grave periimplantitis.
¿Cómo se detecta la mucositis periimplantaria?
Al igual que en el caso de la gingivitis en pacientes sin implantes, la mucositis tiene unos síntoma que el paciente puede advertir:
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Inflamación de las encías
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Sangrado
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Enrojecimiento del tejido periodontal
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Supuración de pus
Aunque la persona puede intuir que padece mucositis, es importante que acuda con regularidad a la clínica dental para que el profesional pueda realizar un seguimiento.
El implantólogo podrá reconocer de forma precoz las lesiones provocadas por la placa bacteriana y así poner en marcha un tratamiento en caso de que sea necesario.
Gracias a la sonda periodontal, el dentista es capaz de determinar la profundidad de la placa bacteriana.
Causas de la mucositis
Como hemos explicado previamente, la principal razón del desarrollo de enfermedades periimplantarias es la acumulación de placa bacteriana.
Esta congregación de bacterias puede estar motivada por varios motivos:
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Una mala o insuficiente higiene dental acarrea graves consecuencias para los implantes dentales.
Los restos de comida que se aculuman entre los dientes terminan propiciando la aparición de bacterias.
Es fundamental aplicar una correcta técnica del cepillado y complementarla con el uso de hilo dental y enjuagues bucales.
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El tabaco tiene efectos nocivos para la salud bucodental y afecta negativamente a la correcta osteointegración de los implantes.
Al reducir la capacidad defensiva del organismo ante posibles agentes externos, disminuye la cantidad de riego sanguíneo en los tejidos periodontales y provoca la acumulación de sarro.
Si eliminas o, al menos, reduces tu consumo diario de tabaco, tendrás más posibilidades de que un implante cicatrice correctamente.
El tabaquismo compromete, además, la supervivencia de los implantes a largo plazo debido a la inflamación que produce en las encías.
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Hay algunas personas con cierta propensión genética a desarrollar enfermedades periodontales.
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La periodoncia también tiene una relación con otras patologías, como la diabetes.
Pero no solo influyen factores biológicos ni el estilo de vida del paciente.
En ocasiones, la enfermedad se desarrolla como resultado de una mala colocación del implante.
Igualmente un diseño inadecuado de las prótesis o sus características propias (como una superficie rugosa, por ejemplo) puede terminar propiciando la acumulación de bacterias.
Además, la ausencia de asistencia odontológica regular tras la colocación del implante, que permitirá un control de la evolución del mismo, también puede ser un factor de riesgo para la mucositis periimplantaria.
¿Cuál es el tratamiento contra las enfermedades periimplantales?
La mejor forma de evitar las enfermedades periimplantales es la prevención.
Tal como hemos apuntado a lo largo de este artículo, es la placa bacteriana la causante de estas patologías, por lo que una correcta higiene es fundamental.
El paciente deberá seguir las instrucciones del dentista para limpiar correctamente sus implantes dentales y así no tener complicaciones en el futuro.
Aunque la tasa de éxito de los implantes es del 97%, es necesario cuidarlos y acudir con regularidad al dentista para que duren mucho tiempo
La mucositis se puede eliminar mediante el control de la causa que la origina – el sarro-.
La periimplantitis, sin embargo, requiere de una intervención para su erradicación.
El dentista deberá realizar una cirugía de acceso para limpiar por completo el implante y eliminar la totalidad de las bacterias en el interior de la encía.
Posteriormente, será necesario reconstruir la zona dañada y hacer un injerto de hueso si fuera necesario.
En estos casos el dentista suele recetar antibióticos.
Es aconsejable que la profilaxis dental del paciente se compagine con un programa de mantenimiento supervisado.
Así, el experto implantólogo obtendrá un diagnóstico acertado de las enfermedades periimplantales.
Por todo ello, si crees que padeces algún tipo de patología o complicación relacionada con tus implantes dentales, lo más recomendable que puedes hacer es ponerte en manos de especialistas.
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