Combate el mal aliento con un limpiador lingual
En el 90% de los casos, la halitosis tiene su origen en la propia boca. Para combatirla, resulta muy eficaz el uso de un limpiador lingual.
La lengua es una de las partes de la boca en la que más cantidad de bacterias se acumulan.
Por eso, es importante prestarle la misma atención que a nuestros dientes o encías, aunque como norma general esto no es así.
Precisamente porque solemos ignorar esta parte de la cavidad oral, en muchas ocasiones no sabemos exactamente cómo limpiar la lengua.
Existen utensilios específicos para ello, como un limpiador lingual, que evita problemas orales como el mal aliento.
¿Qué es un limpiador lingual?
También conocido como raspador lingual, es una herramienta muy fácil de utilizar y que está fabricada con un material plástico.
Incorporarla a nuestras rutinas de higiene diarias ofrece numerosas ventajas para la salud bucodental y completa la limpieza oral.
Dado que su función es limpiar la superficie lingual tras el cepillado, es el producto más adecuado para evitar las enfermedades más comunes de la lengua relacionadas con la higiene.
¿Por qué tengo mal aliento?
Precisamente, y tal como adelantábamos al inicio de este artículo, el limpiador lingual es muy efectivo para ahorrarnos problemas de mal aliento.
La halitosis puede darse porque, aunque te cepilles los dientes exhaustivamente, te estés olvidando de una de las partes más importantes de la cavidad oral: la lengua.
Esta patología tiene su origen en la boca en el 90% de los casos, y aunque muchas veces se relaciona con la salud de las encías, la lengua también acumula agentes bacterianos.
Esto es consecuencia de una higiene bucodental deficiente, y es que muchas veces podemos pensar que tenemos el hábito adecuado pero es, en realidad, insuficiente.
Si la lengua no se limpia adecuadamente con productos específicos, se acabará formando una fina película que albergará los microorganismos causantes del mal aliento.
Los hábitos más conocidos de higiene oral incluyen el cepillado, la seda dental y el colutorio. Pero si aún no usas el limpiador lingual, te animamos a hacerlo cuanto antes.
Esta capa suele ser de color amarillento o blanquecino, así que puedes comprobar ahora mismo si tu lengua está correctamente higienizada: tan solo tienes que mirarla frente a un espejo.
Si la halitosis se debe a una higiene deficiente, con el uso del raspador contribuirás a que desaparezcan los malos olores que tanto nos incomodan cuando estamos cerca de otras personas.
¿Cómo se usa el limpiador de lengua?
Para que sea efectivo y cumpla su función de eliminar la halitosis y las bacterias depositadas en la superficie lingual, deberás utilizar el limpiador todos los días.
Hacerlo será muy rápido y sencillo, solo tendrás que seguir las siguientes instrucciones:
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Colócate frente a un espejo y saca la lengua.
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Introduce el raspador en la boca y comienza la limpieza por la parte central de la lengua.
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Continúa con la parte más lejana, teniendo cuidado con este gesto ya que tiene que ser progresivo. Si la primera vez que utilizas el limpiador lo llevas muy atrás, te puede provocar una arcada.
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Arrastra el limpiador desde la parte más lejana hacia la parte delantera de la lengua. Como harás varias pasadas, aclara el limpiador con agua después de cada una.
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Enjuaga el limpiador con agua y jabón y guárdalo hasta el próximo uso.
Utiliza el limpiador lingual tras cada cepillado, pues solo te llevará unos segundos y evitarás los problemas de mal aliento
Cepillo con limpiador incorporado: ¿puede ser una alternativa?
Si te cuesta acostumbrarte al uso del limpiador lingual y prefieres otra opción, te contamos que algunos cepillos de dientes manuales incorporan un raspador en su cabezal.
Es importante que, si te decantas por esta alternativa, emplees la cara pensada para la limpieza de la lengua y no las cerdas.
Aun así, un limpiador lingual cuenta con una superficie más ancha que la de un cepillo, así que es probable que tengas que dedicarle un poco más de tiempo.
Al igual que con un raspador al uso, recuerda enjuagar muy bien el cabezal de tu cepillo para evitar que las bacterias se acumulen, algo que impediría la correcta higiene de la lengua.
¿Dónde compro un raspador y cuál es su precio?
Al ser el limpiador lingual un utensilio muy común para la higiene bucal, está disponible en diferentes establecimientos.
Así, es posible comprar uno en farmacias o supermercados, pero también a través de Internet.
Existe, además, una amplia variedad de marcas, por lo que podemos optar por la que más nos guste: Gum, Halita, Oral B, Vitis…
No hay grandes diferencias entre ellas, pero si tienes dudas sobre cuál adquirir, no dudes en plantearle cualquier pregunta a tu dentista de confianza.
En cuanto al precio, aunque puede variar según la marca, por lo general suele ser bastante barato así que no tendrás impedimentos para hacerte con uno.
Un limpiador lingual cuesta alrededor de 3 o 4 euros, así que es muy asequible.
La ventaja principal del raspador es que, a diferencia del cepillo de dientes, no necesita cambiarse cada pocos meses.
Dado que no cuenta con cerdas que acumulen bacterias, si lo limpiados correctamente tras cada uso, un limpiador lingual puede durar años.
Como ves, el raspador lingual es un instrumento que ofrece unas características muy atractivas.
No solo es fácil de utilizar, sino que además hacerlo traerá numerosos beneficios para el buen estado de nuestra boca.
Solo requiere unos segundos y evita un problema que puede llegar a causar mucho complejo: la halitosis.
Podríamos decir, de hecho, que no tiene ninguna desventaja, ni siquiera en el aspecto relacionado con su precio.
Es importante, eso sí, que te familiarices a su uso y lo incorpores como un paso más a tu rutina de higiene diaria.
Junto con el cepillado, el enjuague bucal y la seda dental, tendrás una sensación de aliento fresco y agradable.
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