Principales problemas en las encías y cómo evitarlos
El dolor de encías es una patología muy común entre la población. Te contamos cuáles son las causas de este dolor y remedios para tratarlo.
La salud bucodental engloba todos los elementos de la cavidad oral, no solo los dientes, sino también la lengua y las encías.
De hecho, estas últimas son una de las partes más delicadas de la boca y que precisa de mayores cuidados.
Es por eso que los problemas en las encías se dan con bastante frecuencia en la población, desde el clásico sangrado hasta la retracción.
En este artículo, queremos explicarte cuáles son sus principales complicaciones y cómo puedes mantener unas encías sanas.
Así, podrás detectar a tiempo los problemas de encías y comenzar un tratamiento cuanto antes.
¿Por qué se producen los problemas en las encías?
Aunque existen diferentes afecciones de las encías, que explicaremos a continuación, la mayoría tienen su origen una serie de factores determinantes en la salud oral.
Algunos de ellos tienen que ver con nuestros hábitos de limpieza diaria, pero la genética también tiene un papel importante.
A grandes rasgos, los problemas en las encías se pueden producir por las siguientes causas.
Una incorrecta técnica del cepillado
Saber cómo hay que lavarse los dientes es tan relevante como elegir un cepillo adecuado.
No importa si es uno eléctrico o manual, siempre que las cerdas tengan una dureza media o suave.
A la hora de llevar a cabo el cepillado, es contraproducente ejercer demasiada presión, pues podemos dañar las encías.
Por eso, es aconsejable que consultes con tu higienista dental cuál es la técnica que debes seguir en cuanto a tus rutinas diarias de limpieza dental.
Acumulación bacteriana
Cuando los restos de comida no se retiran de forma efectiva, las bacterias comienzan a depositarse en la superficie dentaria y en las encías.
Esta acumulación, conocida como placa bacteriana, contiene un gran número de agentes patógenos que perjudican la cavidad oral.
De no eliminarse a tiempo, la placa se solidifica, pasando a ser sarro.
Estas formaciones de cálculo no pueden quitarse mediante el cepillado en casa, sino que es necesario acudir a una clínica para llevar a cabo una profilaxis dental profesional.
Malos hábitos dentales
El tabaco es uno de los principales desencadenantes de los problemas en las encías.
No solo propicia las enfermedades periodontales graves, sino que dificulta el posoperatorio en muchos tratamientos, como la colocación de implantes.
Además, el tabaquismo “camufla” las afecciones de las encías, pues evita que se produzcan signos como el sangrado, con lo que nos impide advertir que algo no va bien.
Otros malos hábitos dentales que deberías evitar es la costumbre de mordernos las uñas, utilizar palillos de dientes o apretar en exceso los dientes.
Aunque puedas pensar que el sangrado de encías es normal, lo cierto es que puede ser un signo de un problema mayor.
Factores genéticos y enfermedades sistémicas
Aunque, como hemos explicado, las rutinas de higiene juega un papel fundamental si hablamos de la salud de las encías, la herencia genética también tiene cierta influencia en las mismas.
Hay personas con mayor predisposición a padecer problemas de encías, aunque no es algo determinante siempre que se lleve una higiene adecuada y se sigan las instrucciones del dentista.
Además, las personas que padecen determinadas enfermedades, como la diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar problemas en las encías, pues hay una relación bidireccional entre ambas.
¿Cuáles son las enfermedades de las encías?
Ahora que ya sabes qué acciones pueden hacer que desarrolles problemas en las encías, vamos a explicarte cuáles son las principales enfermedades en esta parte de la boca.
Enfermedades periodontales
Este tipo de patologías son las que dañan el periodonto: no solo la encía sino todos los tejidos que sirven de soporte y protegen las piezas dentales.
En función de lo avanzada que se encuentre la afección, las enfermedades periodontales se dividen en gingivitis y periodontitis, también conocida como piorrea.
Su origen está en una higiene dental insuficiente y viene provocada por la acción corrosiva de las bacterias presentes en la placa y sarro.
La gingivitis es reversible siempre que se ponga en marcha el procedimiento adecuado.
En función de su gravedad, es posible devolver la salud a las encías mediante una higiene dental o un curetaje dental.
Por el contrario, la piorrea requiere de un tratamiento específico realizado por un periodoncista.
Esto se debe a que cuando la afección ha pasado a ser periodontitis, el cálculo ya se acumula en la parte interna de la encía -zona subgingival-, pudiendo ocasionar la pérdida del diente.
Sangrado de encías
Notar cómo nos sangran las encías puede ser un claro indicativo de estar desarrollando una enfermedad periodontal, aunque también supone un problema en sí mismo.
Debido a un cepillado muy agresivo, las encías tienden a sangrar con mucha facilidad, por lo que debemos tener cuidado a la hora de pasarnos el hilo dental y utilizar otros elementos como el cepillo interproximal.
Es por eso que si notamos este signo, debemos estar alertas y extremar nuestra higiene oral.
Dentro de la amplia variedad de enjuagues bucales que podemos encontrar en el mercado, hay algunos específicos para el cuidado de encías.
En concreto, los colutorios con clorhexidina están indicados en caso de sangrado continuo de encías, aunque deben usarse siempre bajo prescripción médica.
Dolor e inflamación de encías
Sentir dolor en la encía es siempre un indicativo de que hay algo que no marcha bien.
Aunque el dolor de dientes se asocia en la mayoría de ocasiones a las caries, lo cierto es que podemos experimentar estas molestias por otras razones.
La inflamación de encías nos puede alertar de que hay un exceso de sarro acumulado, lo cual puede derivar en una enfermedad periodontal.
Asimismo, al igual que sucede con otras afecciones como las llagas, llevar una dieta con déficit de ciertas vitaminas repercute negativamente en la salud bucodental.
Por ello, algunos remedios para la inflamación de encías pasan por tener una alimentación sana y equilibrada.
Además, un cepillado adecuado irá reduciendo el dolor y sangrado de encías.
Si tienes la encía inflamada y dolor en la misma zona, es posible que estés desarrollando gingivitis
Retracción de encías
Las encías retraídas no solo suponen un problema estético para la sonrisa del paciente, sino también funcional.
Esta recesión supone que la encía se “encoge”, dejando al descubierto una mayor superficie dentaria hasta llegar a la parte periapical -de la raíz-.
Como consecuencia, es posible que se padezca sensibilidad dental
Algunas de las causas por la que se produce esta recesión son las enfermedades periodontales, el tabaquismo, haber sufrido un fuerte traumatismo o un cepillado abrasivo.
Es importante remarcar que las encías no son capaces de regenerarse por sí mismas, por lo que en caso de presentar retracción, es necesario someterse a una cirugía de injerto.
Problemas en las encías durante el embarazo
El periodo de gestación trae consigo numerosos cambios hormonales y en el funcionamiento del organismo.
Durante el embarazo, es importante que las mujeres prestes especial atención a su higiene bucal diaria pues es posible que desarrollen la llamada gingivitis gestacional.
No debes preocuparte, pues esta afección desaparece una vez que el bebé ha nacido.
Aun así, mientras dure el embarazo hay más posibilidades de desarrollar enfermedades periodontales, sobre todo si ya se ha padecido con anterioridad.
¿Qué hago si tengo problemas en las encías?
La mejor manera de evitar los problemas en las encías que hemos mencionado es mantener unas adecuadas rutinas de limpieza oral.
Para ello, asegura que no queda ningún resto de comida en los espacios interdentales utilizando el hilo dental.
La higiene es la base de la salud oral y es igualmente importante acudir al dentista con frecuencia.
Una temprana detección de cualquier enfermedad facilitará no solo el tratamiento sino también la curación.
Es aconsejable que te realices una profilaxis cada 8 o 10 meses, si tienes la boca sana, y cada 4 o 6 en caso de que hayas padecido una enfermedad periodontal.
Recuerda que, al primer síntoma de que puedes estar desarrollando un problema de encías, debes acudir con rapidez a tu dentista de confianza y seguir sus instrucciones.
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