¿Se puede evitar el bruxismo en niños?
El bruxismo en niños y bebés es un muy común y es importante detectar su origen para tratarlo. Descubre las causas y consecuencias del bruxismo en niños.
El bruxismo en niños es un trastorno que se da con cierta frecuencia incluso en bebés. A pesar de que rechinar los dientes se asocia a personas adultas con problemas de estrés o ansiedad, los más pequeños también sufren esta anomalía. Por ello, es importante prestar atención a los síntomas e identificar este hábito cuanto antes para abordarlo correctamente. Y es que, a la larga, el bruxismo en dientes de leche puede conllevar serios problemas de salud bucodental. En este artículo, te explicamos por qué rechinan los dientes los niños y de qué forma puede evitarse.
Índice de contenidos
¿Qué es el bruxismo infantil?
El bruxismo infantil es el nombre que recibe el rechinamiento involuntario de las piezas dentales, generalmente durante las horas de sueño, en niños. A diferencia de la creencia general, es posible encontrar casos de bruxismo en niños de 2 o 3 años, incluso. Y es que no solo el estrés o los nervios puede propiciar este acto, sino que también hay otros factores que entran en juego.
¿Por qué rechinan los dientes los niños?
Hay una serie de razones que explican el rechinamiento infantil. Es importante conocerlas, puesto que el origen del bruxismo en niños es la base para comenzar el tratamiento más adecuado en cada caso. Cuando hablamos de niños pequeños, de 3 a 4 años en adelante, los motivos de su bruxismo pueden ser:
Inquietud o nerviosismo
Al igual que sucede en la adultez, los niños también pueden experimentar sensación de estrés o nerviosismo en su día a día. Debido a la inquietud persistente, el pequeño va acumulando tensión en la mandíbula, cuello y hombros, propiciando el rechinamiento de sus dientes. Dicho estrés puede estar motivado por las tareas del colegio, una mala relación con el resto de la clase (bullying), problemas familiares, como un divorcio… Cualquier cambio en su vida, como el nacimiento de un bebé o una mudanza pueden alterar su rutina haciendo que el bruxismo haga acto de presencia.
Presencia de parásitos
El hábito de rechinar los dientes es muy habitual en niños que tienen parásitos, como lombrices, dado la incomodidad que les genera. Dado que su estado de salud general no es óptimo, una de las consecuencias se ve reflejada en el estado de su boca.
El bruxismo en niños puede solucionarse mediante un tratamiento de ortodoncia si está causado por problemas de mordida
Falta de un sueño reparador
El insomnio o la falta de un sueño que les haga descansar es también una razón por la que los niños rechinan los dientes. Si están continuamente cansados y sienten que no pueden hacer frente a su rutina, entrarán en un estado de nerviosismo.
Problemas de oclusión o desarrollo maxilofacial
Si la dentadura del niño no encaja como debe o si su estructura ósea no es armónica, es probable que desarrolle un problema de bruxismo. Cuando nos encontramos ante un maxilar más pequeño que la mandíbula, o viceversa, las fuerzas oclusales -de mordida- no se reparten de forma homogénea por la boca. Esto hace que el niño tenga una tensión extra en esta parte de la cara, propiciando el rechinamiento de los dientes.
Malposiciones dentales
Del mismo modo, y especialmente durante la etapa de la dentición mixta, es posible encontrarnos una pieza que sale donde no le corresponde. De nuevo, el reparto de las cargas masticatorias no es el adecuado, especialmente si el niño presenta apiñamiento dental.
Sobreexcitación
En estos tiempos en los que los niños manejan tantas pantallas, no es de extrañar que tengan una sobreexcitación tanto en casa como fuera de ella. La televisión, ordenadores, videojuegos, móviles, tabletas… Todos estos dispositivos desprenden una fuerte luz que les impide tener un buen descanso. También la dieta tiene un importante papel, puesto que comer con asiduidad alimentos con un alto contenido de azúcar hará que el niño esté más nervioso de lo normal.
Mi bebé rechina los dientes, ¿cuál es la causa?
Desde que emergen los primeros dientes de leche es posible encontrar un caso de rechinamiento. Por ello, el bruxismo en bebés es también una realidad y debemos prestarle la atención que merece para evitar complicaciones bucales en el futuro. Generalmente, un bebé que rechina sus dientes se debe a una maloclusión en sus dientes. Hábitos como chuparse el dedo o llevar chupete durante más tiempo del conveniente, hace que las piezas no salgan correctamente. Además, en los primeros meses de vida su estructura oral está desarrollándose, por lo que es posible encontrarnos con problemas como el paladar ojival o estrecho.
La primera visita con este especialista está recomendada a los 6 años.
Las consecuencias del bruxismo en niños
Fruto del continuo bruxismo, la salud oral de los más pequeños puede verse seriamente perjudicada. Algunas de las consecuencias más importantes de este trastorno en su boca son:
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Desgaste dental
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Mayor probabilidad de tener dientes astillados o con fisuras
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Piezas dentales rotas
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Problemas de encías: debido a la carga oclusal, el tejido gingival se retrae
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Dolor en la zona de la mandíbula, pero también en oídos, cuello y hombros
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Sobrecrecimiento del torus mandibular
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Aumento de la sensibilidad dental
¿Cuál es el tratamiento para evitar el bruxismo infantil?
Como decíamos anteriormente, es fundamental no solo detectar que nuestro hijo o hija rechina los dientes, sino conocer la causa. En función de cuál sea la causa que lo ha provocado, podremos aplicar una solución u otra. En caso de que el niño sienta estrés debido a un cambio importante en su vida, podemos considerar que el bruxismo es transitorio y, cuando se habitúe a la rutina, dejará de hacerlo.
Por otro lado, cuando este hábito está motivado por otros problemas de salud, como los parásitos, habría que comenzar la medicación adecuada. Si estamos ante un caso de malposiciones dentales o maloclusión, el tratamiento indicado es pasar por una ortodoncia. Solo así el pequeño podrá desarrollar sin problemas sus huesos faciales y tener una dentadura alineada.
Respecto a los hábitos en casa, conviene que el niño se acostumbre a no usar pantallas móviles en las horas previas al sueño. De este modo, estará más relajado antes de irse a dormir y podrá descansar adecuadamente. Ahora que ya sabes por qué los niños rechinan los dientes y cómo prevenirlo, seguro que tu pequeño no tendrá problemas relacionados con este hábito.
Recuerda que es importante llevarlo a un dentista para que revise periódicamente el estado de su boca, así como para detectar cualquier inconveniente a tiempo. Si tu hijo rechina los dientes y necesitas una solución eficaz para tratarlo, no dudes en contactar con nosotros. Nuestro equipo de odontopediatría estudiará su caso para comenzar el tratamiento más adecuado.
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